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Bienvenido al festejo navideño.
Como cada año, la llegada del festejo navideño y ese espíritu navideño que contagia se espera para muchos de nosotros con entusiasmo. Una convivencia, motivo para compartir y divertirse con las personas que tuviste contacto gran parte del año.
Las labores se dejan a un lado, las computadoras se apagan y el papeleo puede esperar por un rato más.
Es el día, dos de diciembre. Se abren las puertas del salón en punto de las 7:00 de la tarde y comienzan a llegar poco a poco los invitados.
El grupo encargado del espectáculo en el evento, comienza a tocar sus primeras melodías, los saludos, los abrazos, la fraternidad, no se dejan escapar…
-Que le servimos- pregunta atentamente un camarero ofreciéndonos una bebida, que inmediatamente elegimos.
Continúan los saludos, abrazos, bromas, risas y poco a poco el lugar es abordado por los invitados a este tradicional festejo navideño de la empresa.
Los invitados casi han llegado todos, -falto Pepe, ¿va a venir?, pregunta alguno de sus compañeros…
La cena
Es el momento perfecto para ofrecer los alimentos. Esos platillos elaborados cuidadosamente para degustarlos y compartirlos en compañía.
Mientras saboreamos los alimentos las pláticas y anécdotas en cada mesa no se dejan esperar.
Estamos terminando de saborear el postre, cuando se escuchan las primeras notas musicales que invitan a bailar.
Movimiento tras movimiento, todos los que estamos en la pista de baile nos distraemos y relajamos.
Gran festejo navideño. Y ahora después de una pausa musical, ha llegado la hora de los regalos que se han ido sorteando con base en un número que nos proporcionaron al llegar.
Risas, entusiasmo, porras, intriga, y poco a poco los regalos se fueron entregando, ninguna de las personas invitadas se quedó sin uno…
Finalmente, el festejo navideño ha concluido, todos nos despedimos deseando lo mejor a nuestro prójimo para el año venidero y llevándonos un recuerdo de ese gran día.
Feliz navidad y próspero año 2018.
CANACINTRA
